[57r] Commentarios de Álvar Nv´ñez Cabeça de Vaca, adelantado y gouernador de la prouincia del Río de la Plata
[57r] Commentarios de Álvar Nv´ñez Cabeça de Vaca* , adelantado* y gouernador de la prouincia del Río de la Plata.
Scriptos por Pero Hernández, scriuano y secretario de la prouincia. Y dirigidos al sereníssimo muy alto y muy poderoso señor, el Infante don Carlos, nuestro señor..
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[60r] Capítulo primero: De los commentarios de Áluar Núñez Cabeça de Vaca.
Después que Dios Nuestro Señor fue seruido de sacar a Áluar Núñez Cabeça de Vaca del captiuerio y trabajos que tuuo diez años en la Florida y vino a estos reynos en el año del Señor de mil y quinientos y treinta y siete , donde estuuo hasta el año de quarenta, en el qual vinieron a esta corte de Su Magestad personas del Río de la Plata, a dar quenta a Su Magestad del successo de la armada que allí auía embiado don Pedro de Mendoça, y de los trabajos en que estauan los que dellos escaparon* , y a le suplicar fuesse seruido de los proueer y socorrer antes que todos pereciessen (porque ya quedauan pocos dellos). Y sabido por Su Magestad, mandó que se tomasse cierto assiento y capitulación con Áluar Núñez Cabeça de Vaca, para que fuesse a socorrellos. El qual assiento y capitulación se efetuó mediante que el dicho Cabeça de Vaca se ofresció de los yr a socorrer y que gastaría en la jornada y socorro que assí auía de hazer, en cauallos, armas, ropas y bastimentos y otras cosas, ocho mil ducados. Y por la capitulación y assiento que con Su Magestad tomó, le hizo merced de la gouernación y de la capitanía general de aquella tierra y prouincia, con título de adelantado della. Y allí mesmo le hizo merced del dozabo de todo lo que en la tierra y prouincia se ouiesse, y lo que en ella entrasse y saliesse, con tanto que el dicho Áluar Núñez gastasse en la jornada los dichos ocho mil ducados..
Y assí él, en cumplimiento del assiento que con Su Magestad se hizo, se partió luego a Seuilla para poner en obra lo capitulado y proueerse para el dicho socorro y armada. Y para ello mercó dos naos* y una carauela para con otra que le esperaua en Canaria. La vna nao déstas era nueua del primer viaje y era de trezientos y cinquenta toneles, y la otra era de ciento y cinquenta; los quales nauíos* adereçó muy bien y proueyó de muchos bastimentos y pilotos y marineros, & hizo quatrocientos soldados bien adereçados, qual conuenía para el socorro. Y todos los que se ofrescieron a yr en la jornada lleuaron las armas dobladas. Estuuo en mercar y proueer los nauíos desde el mes de mayo hasta [60v] en fin de septiembre; y estuuieron prestos para poder nauegar. Y con tiempos contrarios, estuuo detenido en la ciudad de Cádiz desde en fin de septiembre hasta dos de nouiembre, que se embarcó & hizo su viaje. Y en nueue días llegó a la ysla de la Palma, a do desembarcó con toda la gente. Y estuuo allí veynte y cinco días esperando tiempo para seguir su camino. Y al cabo dellos, se embarcó para Cabo Verde. Y en el camino, la nao capitana hizo vn agua muy grande; y fue tal que subió dentro en el nauío doze palmos en alto; y se mojaron y perdieron más de quinientos quintales de vizcocho; y se perdió mucho azeyte y otros bastimentos, lo qual los puso en mucho trabajo. Y assí fueron con ella, dando siempre a la bomba, de día y de noche, hasta que llegaron a la ysla de la Santiago (que es vna de las yslas de Cabo Verde. Y allí desembarcaron y sacaron los cauallos en tierra por que se refrescassen y descansassen del trabajo que hasta allí auían traýdo, y también porque se auía de descargar la nao, para remediar el agua que hazía. Y descargada, el maestre della la estancó* (porque era el mejor buzo* que auía en España)..
Vinieron desde la Palma hasta esta ysla de Cabo Verde en diez días, que ay de la una a la otra trezientas leguas* . En esta ysla ay muy mal puerto, porque a do surgen y hechan las anclas, ay abaxo muchas peñas, las quales roen los cabos que lleuan atadas las anclas. Y quando las van a sacar, quédanse allá las anclas. Y por esto dizen los marineros que aquel puerto tiene muchos ratones, porque les roen los cabos que lleuan las anclas. Y por esto es muy peligroso puerto para los nauíos que allí están, si les toma alguna tormenta. Esta ysla es viciosa y muy enferma* de verano, tanto, que la mayor parte de los que allí desembarcan se mueren en pocos días que allí estén. Y el armada estuuo allí veynte y cinco días, en los quales no se murió ningún hombre della, y desto se espantaron los de la tierra y lo tuuieron por gran marauilla. Y los vezinos de aquella ysla les hizieron muy buen acogimiento. Y ella es muy rica y tiene muchos doblones* , más que reales , los quales les dan los que van a mercar los negros para las Indias; y les dauan cada doblón por veynte reales* ..
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[107r] Capítulo cinquenta y vno: De cómo hablaron los guaxarapos al gouernador.
Otro día por la mañana vinieron los indios guaxarapos, que el día antes auían estado con el gouernador; y venían en dos canoas. Truxeron pescado y carne que dieron a la gente. Y después que ouieron hablado con el gouernador, les pagó de sus rescates y se despidió dellos diziéndoles que siempre los ternía por amigos y les fauorescería en todo lo que pudiesse. Y porque el gouernador dexaua otros nauíos con gente y muchas canoas con indios guaraníes sus amigos, él les rogaua que quando allí llegassen, fuessen dellos bien rescebidos y bien tratados, porque, haziéndolo assí, los christianos & indios no les harían mal ni daño ninguno. Y ellos se lo prometieron ansí (aunque no lo cumplieron). Y túuose por cierto que vn christiano dio la causa y tuuo la culpa (como diré adelante). Y ansí se partió destos indios y fue nauegando por el río arriba todo aquel día con buen viento de vela. Y a la puesta del sol llegose a vnos pueblos de indios de la misma generación que estauan assentados en la ribera junto al agua. Y por no perder el tiempo, que era bueno, passó por ellos sin se detener* . Son labradores y siembran maíz y otras raýzes; y danse mucho a la pesquería y caça porque ay mucha en grande abundancia; andan en cueros ellos y sus mugeres, excepto algunas que andan tapadas sus vergüenças; lábranse las caras con vnas púas de rayas; y los beços* y las orejas traen horadados; andan por los ríos en canoas; no caben en ellas más de dos o tres personas; son tan ligeros y ellos tan diestros y al remo andan tan rezio* río abaxo y río arriba, que paresce que van bolando; y vn vergantín (aunque allá son hechos de cedro), [107v] al* remo y a la vela, por ligero que sea y por buen tiempo que haga, aunque no lleue la canoa más de dos remos y el vergantín lleue vna dozena, no la pueden alcançar; y házense guerra por el río en canoas, y por la tierra; y todavía entre ellos tienen sus contrataciones; y los guaxarapos les dan canoas, y los payaguaes se las dan también, porque ellos les dan arcos y flechas quantos han menester, y todas las otras cosas que ellos tienen de contratación. Y ansí en tiempos son amigos y en otros [tienen] sus guerras y enemistades..
Capítulo cinquenta y dos: De cómo los indios de la tierra vienen a viuir en la costa del río.
Quando las aguas están baxas, los naturales de la tierra a dentro se vienen a viuir a la ribera con sus hijos y mugeres, a gozar de las pesquerías, porque es mucho el pexe que matan y está muy gordo. Y están en esta buena vida, baylando y cantando, todos los días y las noches como gentes que tienen seguro el comer. Y como las aguas comiençan a crescer, que es por henero, buéluense a recoger a partes seguras, porque las aguas crescen seys braças en alto encima de las barrancas y por aquella tierra se estienden por vnos llanos adelante más de cien leguas la tierra a dentro, que paresce mar; y cubre los árboles y palmas que por la tierra están; y passan los nauíos por encima dellos. Y esto acontesce todos los años del mundo ordinariamente. Y passa esto en el tiempo y coyuntura quando el sol parte del trópico de allá* y viene para el trópico que está acá* , que está sobre la boca del Río del Oro* . Y los naturales del río, quando el agua llega encima de las barrancas, ellos tienen aparejadas vnas canoas muy grandes para este tiempo* . [108r] Y en medio de las canoas echan dos o tres cargas de barro y hazen vn fogón. Y hecho, métese el indio en ella con su muger & hijos y casa; y vanse con la cresciente del agua donde quieren. Y sobre aquel fogón hazen fuego y guisan de comer y se callentan. Y ansí andan quatro meses del año que tura* esta cresciente de las aguas. Y como las aguas andan crescidas, saltan en algunas tierras que quedan descubiertas; y allí matan venados y antas y otras saluaginas que van huyendo del agua. Y como las aguas hazen repunta para boluer a su curso, ellos se bueluen caçando y pescando, como han ydo. Y no salen de sus canoas hasta que las barrancas están descubiertas, donde ellos suelen tener sus casas. Y es cosa de ver quando las aguas vienen baxando la gran cantidad de pescado que dexa el agua por la tierra en seco. Y quando esto acaesce, que es en fin de março y abril, todo este tiempo hiede aquella tierra muy mal, por estar la tierra emponçoñada. En este tiempo todos los de la tierra, y nosotros con ellos, estuuimos malos, que pensamos morir. Y como entonces es verano en aquella tierra & incomportable de sufrir, y siendo el mes de abril, comiençan a estar buenos todos los que han enfermado. Todos estos indios sacan el hilado que han menester para hazer sus redes de vnos cardos. Machácanlos y échanlos en vn ciénago; y después que está quinze días allí, ráenlos con vnas conchas de almejones y sale curado; y queda más blanco que la nieue. Esta gente no tenían principal, puesto que en la tierra los ay entre todos ellos; mas éstos son pescadores saluajes y salteadores; es gente de frontera, todos los quales y otros pueblos que están a la lengua del agua, por do el gouernador passó. No consintió que ningún español ni indio guaraní saliesse en tierra porque no se reboluiessen con ellos, por los dexar en paz y contentos. Y les repartió graciosamente muchos rescates. Y les auisó que venían otros nauíos de christianos y de indios guaraníes amigos suyos, que los tuuiessen por amigos y que tratassen bien..
Yendo caminando vn viernes de mañana, llegose a vna muy gran [108v] corriente del río que passa por entre vnas peñas cortadas. Y por aquella corriente passan tan gran cantidad de pexes, que se llaman dorados, que es infinito número dellos los que continuo passan. Y aquí es la mayor corriente que hallaron en este río, la qual passamos con los nauíos a la vela y al remo. Aquí mataron los españoles & indios en obra de vn hora muy gran cantidad de dorados, que ouo christiano que mató él solo quarenta dorados. Son tamaños que pessan media arroba* cada vno, y algunos pesan arroba. Es muy hermoso pescado para comer, y el mejor bocado dél es la cabeça. Es muy graso y sacan dél mucha manteca. Y los que lo comen con ella andan siempre muy gordos y luzíos. Y beuiendo el caldo dellos, en vn mes los que comen se despojan de qualquier sarna y lepra que tenga. Desta manera fue nauegando con buen viento de vela que nos hizo* ..
Un día en la tarde, a veynte y cinco días del mes de octubre, llegó a vna deuisión y apartamiento que el río hazía, que se hazían tres braços de río. El vno de los braços era vna grande laguna, a la qual llaman los indios Río Negro. Y este Río Negro corre hazia el norte por la tierra a dentro. Y los otros braços el agua dellos es de buena color; y vn poco más abaxo se vienen a juntar. Y ansí fue siguendo su nauegación hasta que llegó a la boca de vn río que entra por la tierra a dentro a la mano yzquierda a la parte del poniente, donde se pierde el remate del río del Paraguay a causa de otros muchos ríos y grandes lagunas que en esta parte están deuididos y apartados, de manera que son tantas las bocas y entradas dellos que aun los indios naturales que andan siempre en ellas con sus canoas, con dificultad* las conoscen; y se pierden* muchas vezes por ellos. Este por donde entró el gouernador le llaman los indios naturales de aquella tierra Ygatú, que quiere dezir “agua buena”, y corre a la laguna en nuestro fauor. Y como hasta entonces auíamos ydo agua arriba, entrados en esta laguna, ýuamos agua abaxo..